Vamos a inaugurar este blog, intentando ser francos con nuestros sentimientos, a lo mejor el cuento no trata de zapatos, a lo mejor trata de relaciones...quizás tu pienses que trata de cualquier otra cosa....
Imaginemos que solo podemos tener un par de zapatos. Los tuyos aunque ya tienen años, te llamaron la atención desde el primer momento que los vistes, y para tí eran los zapatos más maravillosos del mundo. Un día vas por la calle andando y de pronto, en un escaparate, ves unos zapatos increibles. Te gustan muchísimo, pero claro...tu tienes tus zapatos viejos, y solo puedes tener unos.
Que harías?? Cambiarías tus viejos zapatos por los nuevos?? Te los probarías al menos?? Piensaló...
Espero un comentario del Sr. Pez que suele ser muy crítico....
ResponderEliminarEn este tema de los zapatos depende mucho del podólogo al que preguntes, cada uno te dirá en plan serio sacando un estudio realizado por alguien aunque al final como mucho dará algún nombre de quien era para parecer que está muy bien fundada su opinión lo que piensa.
ResponderEliminarSi me preguntas a mi como podólogo aficionado en mis ratos libres te podría citar un estudio realizado por cierta university realizado por cierto profesor que fue despedido por un tema que no viene al tanto que...
En ocasiones sin darse cuanta uno se puede encontrar en un escaparte unos zapatos impresionantes pero no decide cambiarlos por esos tan usados por la cantidad de kilómetros que se han recorrido y manchados por todo lo que se a vivido con ellos aunque hay veces en que llega un momento en el que uno se da cuenta que no hay mas remedio que cambiar de zapatos.
Hombre, lo ideal serían unos zapatos para siempre, unos zapatos que no te hicieran daño, que andaras sempre cómodo con ellos, unos zapatos que encajaran bien, pero sin apretar. Pero de esos hay muy pocos ejemplares y cada vez menos. Debe ser últimamente están saliendo bastantes defectuosos. Enfín, los zapatos tienen una misión, cuando ya no tienen arreglo, se cambian y fuera.
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